miércoles, 10 de marzo de 2010

Me quiere, no me quiere...


4 signos (casi) inequívocos de que un francés está intentado ligar contigo.



1. Te mira insistentemente (a menudo en la lejanía). Probablemente necesite un tiempo para reunir el valor para acercarse a ti - o varios grados de alcohol, dependiendo del elemento. Consejo de amiga: si además de mirarte comienza a seguirte, esto rara vez se considera un gesto romántico, ni siquiera en Francia.

2. Te saluda con un "Coucou !" en lugar del habitual "bonjour" o "salut". "Coucou" es la versión ñoña de "hola", algo así como "¡Holita!". Un francés sólo saluda así a alguien con el que no teme mostrar su lado más cursi, a menudo únicamente a la novia, así que probablemente está intentando mostrarte lo sensible que es.

3. Te dice que tu acento es encantador/adorable/monísimo. Los franceses encuentran los acentos extranjeros horriblemente espantosos, vengan de donde vengan, y suelen reírse de ellos (el francés educado se reirá a tus espaldas, aunque si hay confianza lo hará también delante tuya). Si encuentra tu acento monísimo suele querer decir, por extensión, que te encuentra monísima a ti también.

4. Establece contacto físico. El signo definitivo. El francés bien educado es capaz de realizar las acrobacias más complicadas para evitar el contacto físico con cualquier persona, sea familia, amigo o enemigo, y mira con horror a cualquiera que intente tocarle, intencionada o inintencionadamente. No hay más que verles alargando el cuello cual tortuga para evitar tocarse mientras se dan un beso al saludarse. Cuando un francés establece contacto físico deliberado, querida, le tienes en el bote.


Así que, chicas, si veis que ese chico tan mono os manda al menos uno de estos cuatro signos (o todos a la vez), quizás sea el momento de guiñarle el ojo y lanzarle vuestra sonrisa más seductora...



(Nota para ellos: lo siento, ninguna chica ha intentado ligar conmigo así que no sé cómo lo hacen exactamente, aunque sí puedo decir que son de las que insinúan muy, muy sutilmente y esperan a que él le llegue la inspiración divina y se les acerque. Lo siento, chicos.)



En próximos episodios: ventajas y desventajas de tener un novio francés.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿El verano empieza mañana?

Aunque el calendario diga lo contrario, ya es (casi) primavera en Avignon; y es que han comenzado las giboulées.

Este maravilloso fenómeno que nos trae locos a todos consiste en que se pasa en cuestión de horas de un tiempo agradable y soleado a una tempestad de lluvia, nieve o granizo y un frío de quedarse tieso, sin olvidar el dichoso mistral que viene y va a su antojo. Y mientras tanto, los pobres avignonenses no saben si sacar las chaquetillas y camisas de primavera provenzal o el abrigo y la bufanda de invierno siberiano.

Un ejemplo claro, ocurrido esta misma semana:
Martes 2 de marzo de 2010: máximas de 20ºC, solazo, calor, todos con las chaquetas abiertas...
Domingo 7 de marzo de 2010: máximas de 2ºC, temporal de nieve, ni un coche por las calles y todos con abrigo, bufanda, guantes...

Que sí, que de aquí a dos-tres semanas llegan ya el calorcito y el buen tiempo, lo sé. El problema es que antes de que lleguen nos vamos a volver todos locos.

No puedo esperar a que llegue el verano...

ACTUALIZACIÓN: ¡El departamento está oficialmente en alerta naranja! La tormenta aún no ha parado, en mi terraza hay una capa de unos 25 cm de nieve y supongo que el resto de la ciudad está igual pero no lo sé porque nieva tanto que no se ve a dos palmos, por lo que ni siquiera sé si la universidad abrirá mañana. Yupi.

ACTUALIZACIÓN 2: Abrir, la universidad abrió, aunque no vino ni el conserje. Hace un frío de tres pares de narices y, por si fuera poco, hemos sido bendecidos con una semana entera de mistral. Tengo la sensación de haber viajado en el tiempo a hace dos meses.