martes, 23 de abril de 2013

Francia da el sí al matrimonio gay

Dos chicas se besan frente a manifestantes contra las bodas gays
Dos chicas se besan frente a manifestantes contra el matrimonio homosexual

Hoy es día de fiesta y alegría para muchos aquí en Francia, y es que hace unas horas la Asamblea Nacional francesa aprobó por mayoría absoluta el texto que autoriza el matrimonio y la adopción entre personas del mismo sexo, convirtiéndose así en el 14º país del mundo en autorizarlos. El País ha publicado un artículo bastante completo al respecto.

Meses atrás, cuando se empezó a hablar de la proposición de ley, mi francesito me comentaba lo mucho que le había sorprendido el que España, país católico, apostólico y romano con una derecha tan enraizada, hubiera sido el tercer país del mundo en aprobar el matrimonio homosexual, antes que los países nórdicos, Canadá, u otros países tradicionalmente socialistas. Pero lo que más le había sorprendido, es lo civilizado de los detractores en España frente a la violencia de las reacciones en Francia.

Durante nuestra discusión, le hablé del clima en España durante los meses previos a la aprobación de dicha ley. Hubo manifestaciones multitudinarias de partidarios y detractores, recogidas de firmas, discursos y debates encendidos, e indignación general por parte de la derecha y la Iglesia católica, por supuesto. Recuerdo la famosa manifestación "por la familia" organizada en Madrid en 2005, como también recuerdo la gloriosa fiesta del Día del Orgullo Gay celebrada unos días más tarde.

El contraste con el clima actual en Francia es flagrante. Llama la atención que el país de los Derechos del hombre haya mostrado las reacciones más violentas ante esta proposición de ley. Todas y cada una de las manifestaciones contra el matrimonio homosexual se han saldado con incidentes violentos que han requerido la intervención de la policía. La radicalización de una parte de la oposición ha multiplicado por tres el número de denuncias por violencia homófoba (podéis leer la historia de uno de ellos en este artículo de El País). Las amenazas de muerte a diputados se han convertido en su pan de cada día.

Pero la cosa no se ha acabado con la aprobación del texto. La oposición ha convocado nuevas manifestaciones en los próximos días y exige un referéndum acerca de la ley. Y si bien el referéndum es poco problable, la incitación al odio y a la violencia homófoba sigue siendo palpable.

Mientras tanto, aquí en Montpellier la alcaldesa se prepara para casar al presidente de la asociación de gays y lesbianas local y su pareja en la que será la primera boda gay del país. Mi francesito y yo pensamos ir, no porque conozcamos a la feliz pareja, que no, si no porque ahora más que nunca es el momento de celebrar la victoria y mostrar al mundo entero que Francia por fin está a la altura de su famoso lema: "Liberté, égalité, fraternité".