Me aterra perder mi semestre, retrasar mi educación 6 meses más, haber perdido mi tiempo y mi esfuerzo. Acudo a cada asamblea con el temor de que se vote el fin de la huelga, pero también con la inquietud de que no sea así.
Quiero creer que defiendo una causa justa, que lucho por mis derechos y por los de las generaciones futuras. Me informo, reflexiono y entonces decido. Opto por arriesgar mi semestre en pro de una educación de calidad e igual para todos, por las oportunidades que nos quieren arrebatar. Sigo estudiando en casa, con mis propios medios, que no es cuestión de levantar la espada con una mano mientras con la otra me tumbo al sol a ver pasar las horas.
En la próxima asamblea del martes volveré a votar por la continuación de la huelga, aunque una parte de mi me pida a gritos que pare.