Vuestra reportera favorita os manda un saludo desde su corresponsalía en la Edad Media, en donde vive desde hace semana y media.
Antes de nada quiero agradecer a la Secretaría de Residencias del Crous (organismo que gestiona, entre otras cosas, las residencias universitarias públicas de Francia) por su inestimable desentendimiento, y mandar un caluroso saludo a Marcel, conserje de mi residencia, por su impresionante capacidad para posponer problemas.
Esta experiencia espacio-temporal está siendo una aventura inolvidable. Siempre llevaré en el corazón el sonido del agua al caer en el cazo y los dos cubos que desde hace una semana ocupan el interior de mi armario a causa del deshielo tras la nevada de la semana pasada. No puedo sino agradecer a la Secretaría y a Marcel su colaboración para posponer la decisión sobre los arreglos a dentro de dos semanas, permitiéndome así disfrutar del espectáculo único de la lluvia dentro de mi armario durante un mes más.
Asimismo, agradezco al electricista su esmero en la instalación eléctrica de la residencia, pues sin él no habría sido posible experimentar la falta absoluta de luz desde hace dos días. He de mencionar de nuevo a mi querido conserje, que ha puesto todos los medios a su disposición para no aparecer por la residencia en la última semana y permitirme de nuevo prolongar esta maravillosa experiencia.
Por último, no puedo despedirme sin alabar mi nueva nevera, que la regules a la temperatura que la regules, en realidad solo tiene dos posiciones: demasiado caliente, o demasiado frío. Abrir la nevera para encontrar mi comida o bien en descomposición o bien congelada como un bloque de hielo es sin lugar a dudas uno de los mejores momentos de mi jornada.
A todos los que han hecho esto posible, gracias. A vosotros, queridos lectores, un fuerte abrazo desde este lugar tan especial en mi corazón. Je vous aime !