Tres años, tres, llevo coleccionando cartas de gente que no conozco. ¿Por qué? Porque el cartero ha decidido echar en mi buzón todas las cartas dirigidas a alguien con un apellido español, tengan o no su propio buzón en el edificio.
Me pregunto si les pasará a todos los expatriados o si es sólo cuestión del inútil de mi cartero...