Ayer, en el trayecto entre la calle central de Avignon y mi casa me crucé con tres monjas barbudas en moto, una japonesa vestida de blanco cargando un árbol, media docena de payasos, cuatro detectives de incógnito, una pareja a bordo de una cama motorizada, tres amas de casa - animadoras, un futbolista haciendo malabares con una sartén, un huevo y una maza en llamas, un piano de cola en la terraza de un bar de viejos, un grupo de ángeles con paraguas azules y varios miles de carteles de todos los colores y tamaños inimaginables.
No, no me he vuelto loca, lo que pasa es que ha empezado el Festival de Teatro, y aquí no se andan con chiquitas. Durante las próximas tres semanas tendrán lugar más de cien espectáculos al día; tanto en teatros como por la calle, pasando por escenarios tan inesperados como un contenedor de un carguero o el hall del ayuntamiento.
Para dar un poco de envidia, aquí dejo una parte de las fotos que tomé ayer mientras paseaba. Haced click para ampliar.
Más en próximas entregas.
Opino que como no se lo van a tomar en serio????? Si se pasan el año dando la matraca con el famosos festival!!!!!!!!!!!!!!!!!! :DDDDD
ResponderEliminarjo, ke bien se lo pasan, no???
ResponderEliminarPues si durante el año sufriste el festival, imagínate el bombo que le dan a la cosa durante el festival en sí...
ResponderEliminarLa verdad es que sí que es divertido, porque vayas a donde vayas siempre hay alguien haciendo algo curioso. Lo único malo son las invasiones extranjeras, que han tomado la ciudad y han multiplicado los precios de todo por tres, pero bueno... ¬¬