Dice el Dragó en este artículo que lo de la luna fue todo un montaje...
Y digo yo que cuánta razón tiene. Ni a la luna, ni al espacio, ni al otro lado del Atlántico. Que de todos es sabido que Armstrong era un mamarracho sacado de una telenovela venezolana de poca monta. Y Colón, otro.
Y que la luna está muy lejos y después del Atlántico lo que hay es el cielo y Nuestro Señor Jesucristo, Amén.
Ya está bien de hablar de tecnología, señores, que aquí somos gente seria...
Yo, como siempre, llegué tarde al gran acontecimiento del alunizaje. Quiero decir que, cuando me puse ante el telévisor de unos tíos míos, Armstrong ya llevaba uun rato en la luna, o en el decorado que hacía de tal, y estaba Jesús Hermida dando la brasa. Meses más tarde pude ver en una exposición un pedrusco lunar que se trajo el susodicho. Lo mismo podían haberlo cogido en el descampado de la esquina. Pues vaya chasco.
ResponderEliminarMe alegra que compartas mi opinión: todo esto es un gran chasco... Eso sí, siempre es una experiencia asistir a lo que sea presentado por el Hermida; ese sí que es cierto como la vida misma...
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