lunes, 3 de agosto de 2009

Adiós

Hoy vuelvo a mudarme, esta vez a un apartamento para mi solita en el último piso de mi residencia. En mis últimos momentos en mi ahora ex apartamento, pienso en los momentos vividos y me despido, lágrimas en los ojos.

Adiós a las compañeras de piso que no limpian jamás y no respetan tu intimidad.
Adiós a entrar de puntillas cuando llego tarde por la noche para no despertar a mi compañera.
Adiós a los techos altísimos, refugio de arañas y demás bichejos inmundos.
Adiós a las ventanas que dan a la calle, a los bocinazos, a la chirriante puerta de entrada, al camión de la basura de las 6 de la mañana.
Adiós al ritmo frenético del vecino de arriba, y a la música ochentera de las de al lado.
Adiós a los vecinos de enfrente; la vieja señora cotilla, el árabe de la música tecto, el de la guitarra a la hora de la siesta, el masturbador compulsivo.

Me parece que al final tampoco lo echaré tanto de menos...