domingo, 26 de diciembre de 2010

¿A qué huele la Navidad?

Me encanta pasearme por los mercados de Navidad y disfrutar del ambiente, aunque no compre nada. La idea es la misma aquí y allí, pero pequeños detalles cambian; entre ellos el olor.


El mercado de Navidad de Madrid huele a castañas, pero también a musgo, a abeto y a serrín. Los mercados españoles huelen a belén, a plantas y a invierno, al plástico de los puestos de bromas y, a menudo, al cuero de los puestos de artesanía. 





Los mercados de Francia, sin embargo, huelen sobre todo a comida. El mercado de Aviñón huele a vino caliente, a fiambre y a lavanda (bueno, de hecho todo huele a lavanda en Provenza). El mercado de Montpellier huele también a vino caliente, pero se acompaña del olor a canela y, aunque parezca una tipicada, a crepes. Los mercados del norte huelen además a tartiflette, un plato estupendo para calentarse en invierno a base de patatas, queso y bacon en cantidades industriales. 


¡Como me gusta el olor a Navidad!

domingo, 12 de diciembre de 2010

Tortilla y olé (II)

Hace poco animaba en este post a expatriados y viajeros a cocinar tortillas de patatas para impresionar a los franceses. Como bien me lo habéis hecho notar, lo único que le faltaba a mi artículo era la receta, así que aquí va, junto con mis pequeños trucos personales.

TORTILLA DE PATATAS

Ingredientes:

- Patatas
- Huevos
- Cebollas (opcional)
- Sal
- Aceite

No pongo cantidades porque lo hago a ojo, hasta que todo tiene la consistencia que me gusta, pero no os preocupéis que explicaré todo en la receta.

Receta:


1. Lavar y pelar las patatas. Cortarlas en rodajas, no demasiado finas (ya que al freírse acabarían crujientes), ni demasiado gruesas (que no se harían nunca).

2. Aparte, y para los que les gusten, pelar y cortar las cebollas en tiras. Mientras tanto poner a calentar una sartén con una generosa cantidad de aceite.

3. Cuando el aceite esté bien caliente, poner las patatas a freír (si hace falta repartirlas en 2 ó 3 montones para ir friendo uno tras otro). Importante: tienen que quedar blanditas y hechas por dentro y un poquito doradas por fuera, pero muy poquito.

Consejo: para que el gusto se mezcle bien, a mi me gusta freír las patatas y la cebolla juntas. Primero pongo las patatas y añado la cebolla unos minutos después, para que no se fría demasiado.

4. En un bol, batir dos o tres huevos con un poco de sal, e ir echando las patatas ya fritas en la mezcla. Ir añadiendo huevos y patatas hasta conseguir una mezcla más bien consistente, ya que si queda demasiado líquida tiene un regustillo a tortilla francesa. La cantidad dependerá del número de comensales y del tamaño de las sartenes a disposición.

Consejo: es mejor poner las patatas a secar en papel de cocina un par de minutos antes de mezclarlas con los huevos; así la tortilla saldrá mucho menos grasienta y más sabrosa.

Mi pequeño truco personal: una vez que se ha mezclado todo, compactar la mezcla y dejar reposar durante 10-20 minutos para que las patatas absorban bien el huevo. Justo antes de freír la tortilla remover la mezcla y añadir un huevo más si las patatas han chupado demasiado.

5. Deshacerse de todo el aceite de freír con mucho cuidado (o coger una sartén nueva) y pasarle un papel de cocina con un poquito de aceite para que sólo quede una fina película. ¡Ojo a que no haya más, ya que se os caería en las manos al darle la vuelta a la tortilla!

Consejo: las tortillas quedan más sabrosas cuanto más gorditas son (sin pasarse, que sino no se hacen por el centro) así que es mejor evitar las sartenes enormes.

6. Con el fuego medio-alto, echar la mezcla en la sartén, darle forma con la espumadera y dejar que se haga unos minutos (unos 5 minutos o algo más, dependiendo de lo hecha que os guste). Con la ayuda de un plato, darle la vuelta y dejar que se termine de hacer. Voilà!

lunes, 22 de noviembre de 2010

Cliché

Los franceses no se lavan.

Los españoles comen paella mientras corren delante de un toro.

Los mexicanos llevan grandes sombreros y cantan rancheras mientras beben tequila.

Para todo aquel al que, como a mi, le fascine el mundo de los clichés, Cédric Villain, profesor de Artes Aplicadas de l'ESAAT de Roubaix (Francia), a creado un delicioso vídeo que recopila muchos de los tópicos que existen sobre su propio país. 

Su página web permite ver y descargar gratuitamente el vídeo en francés e inglés. Para la sección hispanohablante, aquí dejo la versión en francés con subtítulos en español.



Ya que estamos, ¿qué clichés os han dicho sobre vuestro país y cuáles tenéis vosotros sobre otros países?

lunes, 15 de noviembre de 2010

11 verdades, mentiras y otros datos de interés sobre los chicos franceses


Muchas hemos soñado alguna vez que viajábamos a París y vivíamos una romántica historia de amor con un francés de boina, camisa de rayas y baguette bajo el brazo. Tras varios intentos fallidos por fin he conseguido mi propio francesito, así que considero mi deber compartir con vosotras la pequeña lista de verdades, mentiras y otros datos de interés que he ido recopilando sobre los chicos franceses.

1. No llevan boina y raramente se ponen camisas a rayas. Eso sí, probablemente te traigan croissants o baguettes para desayunar. Además, el francés es de las pocas especies que no siente vergüenza cuando camina por la calle con un ramo de flores para su novia.

2. A los franceses les encantan las chicas extranjeras. En el caso de las españolas, nos ven como divertidas, pasionales y sensuales, y nos suelen preferir a las estiradas francesas que, en palabras de mi francesito, "se creen que son princesas y nosotros sus esclavos".

3. Si hablas aunque sólo sea un poquito de francés, ganas muchos puntos. El acento extranjero es otro gran plus ya que, aunque a nosotras nos parezca que tenemos un acento horrible, a ellos las erres y las jotas españolas les suenan exóticas y sensuales.

4. Pese a quejarse de cómo les tratan las francesas, ellos también van en serio en seguida. Tras lo que para ti son un par de "encuentros", él te considerará su novia, y en menos que canta un gallo vuestra relación será pública y oficial. Muchos se van a vivir en pareja al cabo de unos pocos meses y a la que te descuidas te hablan de fundar una familia.

5. Lo que en España conocemos como una "cubana", en Francia se llama una branlette espagnole (literalmente, una "paja española"). Únase al hecho de que las españolas solemos tener mucho más pecho que las francesas y puedes imaginar el número de veces que tu chico te lo mencionará.

6. La actitud de princesa de las francesas les ha obligado a evolucionar, por lo que la mayoría han aprendido a cocinar, lavar y planchar y lo harán sin rechistar e incluso puede que después te den un masaje (completamente verídico).

7. Vienen con un plus añadido: el acento. Ohlala, mon amour. Los franceses tienen un acento tan sensual cuando hablan español que hasta el manual de montaje de la estantería te parecerá sexy si te lo leen en voz alta.

8. El acento y la diferencia de idiomas os harán vivir situaciones absurdas y divertidas. Ya he conocido a alguno que creía que "Ramón" y "jamón" eran la misma palabra, y muchas españolas han dejado a sus novios cuanto menos asombrados cuando les han dicho que estaban constipées (que significa estreñidas, y no constipadas) o que se sentían débiles (que no significa débiles, sino tontas).

9. Les encanta la comida española y, si les dices que vas a hacer tapas, apreciarán cualquier cosa que les des y hasta rebañarán el plato.

10. Se interesan por la moda. Se dan cuenta cuando te cortas el pelo. Recuerdan gran parte de tu vestuario y te pueden decir cuál te queda mejor. Se preocupan por su apariencia (pero en el buen sentido, no a lo metrosexual).

11. Te llevarán a cenar a un romántico restaurante de luz tenue, sabrán (más o menos) qué vino elegir, te acompañarán hasta la puerta de tu casa y, en general, serán caballerosos. Como ya he dicho antes, las francesas los han domado bien así que, ¡aprovechadlo!

sábado, 6 de noviembre de 2010

Tortilla y olé

Consejo para futuros viajeros, expatriados o erasmus españoles en Francia: aprended a hacer tortilla de patatas.

1. Es una tapa y para un francés eso es sinónimo de buena comida, fiesta, olé, olé y demás clichés.

2. Es baratafácil de hacer pero no lo parece, así que impresionarás a tus amigos con tus dotes culinarias. Consejo: niégate a dar la receta, de esta manera sus intentos fallidos para hacerla ellos mismos les convencerán definitivamente de tu maestría e incluso puede que intenten sobornarte, que siempre está bien.

3. Es tan básica que la puede comer todo el mundo (vegetarianos, musulmanes, etc.), algo importante en Francia.

4. Se come caliente y fría y se puede cortar en cuadraditos para compartir en una fiesta, con la diversión añadida de que podrás asistir a una guerra de miradas malvadas disfrazadas de cortesía por ver quién devora el último trozo.

5. Nunca sobra. Jamás.

Si es que estos francesitos, mucho foie gras y escargots, pero al final se mueren por un buen plato de algo consistente como el que más.

jueves, 14 de octubre de 2010

Las gentes del viaje

Hoy, leyendo la prensa durante el desayuno, me llamó la atención un enésimo artículo sobre la dichosa expulsión de los gitanos o, como los llaman aquí, les gens du voyage (las gentes del viaje). En el último mes he visto la prensa internacional tapizarse de noticias, editoriales y reportajes al respecto; he leído acerca del inmediato rechazo de estas medidas por parte de la Comisión Europea; he escuchado las críticas entre la comunidad internacional.

Mientras tanto, en Francia, nada. Rien. Dejando aparte ciertas críticas aparecidas en los medios protestatarios y de crítica al gobierno en general y a Sarkozy en particular, los franceses parecen aquiescer en su silencio, y ya se sabe que el que calla, otorga.

Paradoxalmente (o quizás precisamente por ello), Francia, un país de tradición inmigrante, es también un país racista. Tras años y años de políticas de acogida pero no integración, de respeto de las tradiciones de origen pero no aprendizaje de las costumbres locales, el gobierno se sorprende de la falta de integración de los inmigrantes y decide que la mejor solución es deshacerse de toda esa gente molesta y devolverles a sus países. Y el pueblo calla y asiente.

La semana pasada mi profesor de español intentó hablar del tema en clase y les preguntó su punto de vista. Silencio, miradas al suelo o a una esquina del techo. Interrogados uno a uno, mis compañeros intentaron evadir el tema, acabando por decir que bueno, en realidad no se expulsaba a los gitanos, sino que se deportaba a inmigrantes en situación irregular. Palabra por palabra los argumentos de Sarkozy. 
La Comisión Europea ha decidido detener el proceso de infracción contra el gobierno francés. Búlgaros y rumanos salen a la calle en protesta, pero nadie les escucha. Una nueva ley de extranjería que amplía los criterios para deportar a los inmigrantes está siendo examinada en este momento por la Asamblea Nacional.

Y mientras tanto, el pueblo calla y asiente.


Nota: para más información, aquí dejo el enlace a dos interesantes artículos de El País; uno resumiendo la primera circular de Sarkozy acerca de las expulsiones aquí, y otro con las diferentes posiciones de la Comisión Europea, Francia y Rumanía aquí.

Veinte horas treinta

Cosa curiosa sin explicación plausible: los franceses dicen la hora en formato 24h. Por ejemplo, cuando quedan a las 8 y media de la noche, te dirán que quedan a las veinte horas treinta. No sé por qué, pero siempre me ha parecido un tanto robótico; qué se yo...

martes, 21 de septiembre de 2010

Diferencia horaria

Francia: hoy mis clases acabaron a las 11.

España: tal día como hoy, mis clases empezaron a las 11h30.

Busquen el error.

martes, 7 de septiembre de 2010

Enseñando español

Dicen por ahí que la mejor manera de aprender un idioma es buscarse una pareja originaria del país en cuestión. Eso es porque no contaban conmigo.

Lo confieso: en los meses que llevo con mi chico francés, prácticamente lo único que le he enseñado han sido palabras escatológicas o malsonantes. En mi defensa, no hay nada más divertido que escucharle decir barbaridades dignas de un obrero de la construcción con su dulce acento francés. Y él, feliz de aprender el español "de puta madre".

Ayer aprendió a decir "domingas". Mientras me iba, aún podía escucharle repetir para si mismo: "¡Qué domingas más grandes!", "Me gustan las domingas" y su preferida, "¿Me haces una cubana con tus domingas?".

Probablemente vaya al infierno, lo sé, pero lo que me habré reído por el camino...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Pont du Gard

Como me he pasado todo el verano trabajando, este año he tenido pocas oportunidades para ir a la playa. Por suerte, a unos 40 minutos en bus de Avignon está el Pont du Gard, un acueducto romano muy conocido que atraviesa el río Gardon y en el que uno se puede bañar (si tiene el valor de entrar en el agua, que está congelada). Siempre está lleno de turistas venidos a ver el acueducto que te miran con envidia y odio cuando se dan cuenta de que no pensaron en traer un bañador y tú sí pero, una vez dejados atrás, es un sitio tranquilo y agradable.
Además, también se puede hacer descenso en kayak y canoa, con recorridos que van desde los 2 a los 8 km, pasando entre montañas y atravesando el puente. 
Así que, para dar un poco de envidia, aquí van unas fotos del lugar en donde paso mis días libres tostándome al sol.



Informaciones prácticas:
Para llegar desde Avignon, lo mejor es ir en coche, aunque te cobran 15€ por el parking. Si, como yo, debéis apañaros con el transporte público, hay varios buses diarios que salen de la Gare Routière de Avignon y te dejan en el parking del Pont du Gard (Edgard, línea A15, 1,50€ por trayecto, haz click aquí para ver los horarios ).
Para más información, aquí tenéis la página web del Puente, y la wikipedia.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Merci, au revoir !

A menudo me quejo de que Avignon no es más que un pueblo y de lo pequeño que se me queda, pero hay ciertos detalles que echaré de menos cuando me vaya; y es que admito que me encanta vivir en un sitio en el que cuando la gente se baja del autobús, da las gracias al conductor.

lunes, 30 de agosto de 2010

Malas costumbres

En el Palacio de Papas trato con bastantes españoles a diario, cosa que llevaba sin hacer casi desde que vine a Francia. Pues bien, gracias a ello me he dado cuenta con horror de que, tras el esfuerzo que me llevó acostumbrarme a tratar de "vous" (usted) a todo el mundo, ahora lo que me resulta extraño es tratarles de "tú", y me tengo que concentrar para no cambiar a "usted". Y anda que no queda raro a veces, sobre todo cuando te viene un grupo de jovenzuelos desaliñados y yo dale con el "ustedes".

Dichosa cortesía francesa; me está convirtiendo en un monstruo...

domingo, 8 de agosto de 2010

Agosteros

Llevaba ya un par de meses viéndolo venir, temiendo la inevitabilidad de su llegada y sin embargo intentando evitarlo por todos los medios habidos y por haber. Pese a todo, y como todo lo ineludible en esta vida, agosto llegó, y con él la horda de turistas agosteros que plagan las pesadillas de todos aquellos que trabajamos en el mundo del turismo.
Lejos quedan los días de julio en que los turistas venían al festival de teatro y, llenos de cultura (a menudo acompañada de buenas dosis de pedantería intelectualoide, para qué negarlo), aprovechaban para disfrutar de un pedazo de historia por mera curiosidad intelectual. O por presumir ante los amigos, que a veces viene a ser lo mismo. Quedan ahora los turistas borreguiles que siguen la guía turística de turno así les lleve a tirarse por un peñasco - eso sí, un peñasco recomendado - ; vestidos todos ellos con atuendos de los que se avergonzarían en condiciones normales, sazonados con cámaras de fotos, vídeo y demás artilugios tecnológicos, no vaya y sea que se nos queden cinco minutos del viaje sin grabar, fotografiar, catalogar para después dar el peñazo a vecinos, amigos y familiares.
Y lo peor, el momento pregunta. Ese momento tras haberles dicho el precio en el que se miran entre ellos, te miran a ti, y con cara de entre asco y desdén te preguntan: "¿Pero vale la pena?". Ea. Con dos pares.
No hijo, no; no vale la pena. Si me estás preguntando si la visita al palacio que fue el centro de la cristiandad y, por extensión, del mundo occidental, durante más de un siglo merece la pena, quiere decir que no. No malgastes las pocas neuronas en funcionamiento que te quedan en esto, guárdalas para las funciones vitales, no vaya y sea que se te olvide respirar.
Menos mal que agosto sólo dura un mes.

miércoles, 23 de junio de 2010

Atención, estudiante en prácticas

Señoras y señores, es oficial: he dejado el antro infecto en el que he trabajado todo el año limpiando bandejas de comida para, en primer lugar, hacer unas prácticas en el Palacio de los Papas (esto de aquí) y, en segundo lugar, ser contratada en el mismo Palacio para trabajar todo el verano vendiendo entradas. Cosas peores se han visto.

Lista de las ventajas de ser un estudiante en prácticas:

- El estudiante en prácticas trabaja aún menos que cuando tiene clases. Además, no hay deberes.
- No pasa nada si llegas tarde. O si faltas. La primera vez que me disculpé por llegar tarde mi jefe ni se había dado cuenta. Ya no sé cuántas veces me ha dicho: "¡pero relájate, estás de prácticas!".  
- Si te interesas mínimamente en tu trabajo, eres Dios. Ningún estudiante lo hace, así que te admirarán por tu dedicación, aunque sólo sea sirviendo café. 
- Puedes pedir todo aquello prohibido para el resto "para ayudarte a completar tu memoria". En mi caso, he entrado en sitios en los que ni el personal normal del Palacio puede entrar. Chincha.
- La gente es mucho más amable contigo. Si un cliente se pone nervioso, sólo hay que poner cara de pena y decir: "lo siento, señor, pero sólo soy una estudiante en prácticas". En seguida se calman y te sonríen como si fueras un cachorrito abandonado a su suerte en un bosque. Hasta caramelos me han dado.

Como pueden comprobar, sufro mucho por aquí. Lástima que ya se me acabaron las prácticas y ahora curro de verdad.

viernes, 14 de mayo de 2010

La curiosidad

Hoy paseando por las calles de Avignon presencié una escena deliciosa que me hizo sonreír todo el camino de vuelta a casa: en uno de los pequeños callejones del centro encontré bien escondidito a un barrendero que, con cara de pícaro, abría unas cartas que alguien había tirado al suelo y pisoteado.

Quizás fue su cara de chiquillo que sabe que está haciendo una travesura, quizás lo casual y aleatorio de la escena; el caso es que si hubiera podido habría sacado una foto para recordarme siempre que si hay algo que hace a los hombres iguales, es la curiosidad.

Y es que, en el fondo, ninguno de nosotros dejamos nunca de ser niños. Y menos mal.

martes, 11 de mayo de 2010

Un atardecer cualquiera

Falta un día para el final de los exámenes. A mi ventana llegan aires de bossa nova que mi vecina brasileña corea con risas y bailes. Las últimas luces del atardecer tiñen las nubes de rosa y naranja. La ciudad brilla al fondo, tranquila, silenciosa; recogiéndose lentamente, al ritmo del sur. Mi vaso de vino blanco refleja tamizados los colores de este perezoso atardecer de primavera.

Las campanas de la iglesia dan las 7, luego las 8. No hay ruidos de ciudad, ni bullicio, ni prisas; tan sólo un son de campanas de iglesia y golondrinas.

Dejo mis folios en la mesa y levanto mis ojos al cielo en silencioso agradecimiento por este momento. Por el atardecer, las campanas, la bossa nova y el vaso de vino.

Porque quizás nunca fui del todo una chica de ciudad.

sábado, 24 de abril de 2010

Los personajes de Avignon


Mi mejor amiga y yo tenemos un juego apasionante para las horas de aburrimiento; sentarnos en alguna plaza de la ciudad a ver la gente pasar e intentar adivinar quién es de Avignon y quién no. Por estúpido que pueda parecer, a lo largo de los meses hemos logrado hacer un pequeño estudio sociológico de la fauna avignonense, que nos ha llevado a una aplastante conclusión: en la ciudad hay gente muy heterogénea pero, en regla general, si da miedo, es de Avignon.

Los resultados: de 10 personas que pasen, 4 van a ser turistas, 2 van a ser de origen árabe, 2 serán francesitos medios y los otros 2 serán individuos con pinta de expresidiarios y/o enfermos mentales.

Nuestro sistema no falla casi nunca, sobre todo en el último caso, y es que la ciudad acoge a varios personajes que pertenecen a la ciudad como lo hace el puente o la muralla. El chino que pasea borracho en bicicleta por la noche insultando a diestro y siniestro o la mujer que pasa las horas en su coche blanco forrado de papeles de periódico y te grita si te acercas sin querer son sólo dos ejemplos de las instituciones avignonenses que animan nuestra ciudad a diario.

París tiene la torre Eiffel y el Sena. Londres tiene el Big Ben y la reina de Inglaterra. Avignon tiene el puente y la gente rara. Cada loco con su tema.


FOTO: La bici de uno de los personajes de la ciudad, un vendedor de morralla que se pasea de plaza en plaza con el perro en la caja de atrás.

viernes, 2 de abril de 2010

Bienvenida al infierno, ¿en qué puedo ayudarle?


Escribo esta entrada desde mi cama con el pie en alto y el tobillo del tamaño de una naranja valenciana y el color de una ciruela madura; y es que el miércoles pasado me di una torta monumental en el antro infecto donde trabajo, gracias al asno de mi jefe que decidió que la mejor solución para limpiar el suelo era tirar un cubo de agua al suelo. Lo de secar el agua después ya no se le ocurrió, claro, y la menda se pegó una digna de un dibujo animado.

Pero lo mejor fue la reacción y el apoyo de la especie de orcos que dirigen el restaurante, que me tuvieron 40 minutos en la oficina rellenando papeles antes de dejarme ir al hospital, al que tuve que ir por mis propios medios porque no querían "meterse en problemas". Misma razón que mi jefe ha aducido para, en la declaración de accidente laboral, decir que él no estaba ahí ni sabía nada de cómo ni cuándo paso. Y, no contentos con ello, ahora me dicen que como no me reincorpore el lunes, estoy despedida.

Resulta paradójico que el organismo estatal dedicado a ayudar a los estudiantes universitarios ("Crous" es el nombre oficial, aunque personalmente lo he bautizado como Mordor) sea uno de los que peor tratan a los estudiantes trabajadores que contratan.

Que cada vez que haya vacaciones acaben nuestros contratos y firmemos uno nuevo a la vuelta para así no pagarnos dichas vacaciones está feo. Que vaya por mi cuarto contrato de duración determinada cuando el máximo legal son tres está muy feo. Que tenga que pasar 40 minutos convenciéndoles de declarar un accidente laboral del que ellos son responsables está muy, muy feo. Que encima me amenacen con despedirme es el colmo del colmo.

Eso sí, cada vez que paso a darles mi declaración de baja laboral, todos sonríen mucho y me preguntan qué tal estoy. Que aquí en Francia otra cosa no, pero educados lo son un rato.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Me quiere, no me quiere...


4 signos (casi) inequívocos de que un francés está intentado ligar contigo.



1. Te mira insistentemente (a menudo en la lejanía). Probablemente necesite un tiempo para reunir el valor para acercarse a ti - o varios grados de alcohol, dependiendo del elemento. Consejo de amiga: si además de mirarte comienza a seguirte, esto rara vez se considera un gesto romántico, ni siquiera en Francia.

2. Te saluda con un "Coucou !" en lugar del habitual "bonjour" o "salut". "Coucou" es la versión ñoña de "hola", algo así como "¡Holita!". Un francés sólo saluda así a alguien con el que no teme mostrar su lado más cursi, a menudo únicamente a la novia, así que probablemente está intentando mostrarte lo sensible que es.

3. Te dice que tu acento es encantador/adorable/monísimo. Los franceses encuentran los acentos extranjeros horriblemente espantosos, vengan de donde vengan, y suelen reírse de ellos (el francés educado se reirá a tus espaldas, aunque si hay confianza lo hará también delante tuya). Si encuentra tu acento monísimo suele querer decir, por extensión, que te encuentra monísima a ti también.

4. Establece contacto físico. El signo definitivo. El francés bien educado es capaz de realizar las acrobacias más complicadas para evitar el contacto físico con cualquier persona, sea familia, amigo o enemigo, y mira con horror a cualquiera que intente tocarle, intencionada o inintencionadamente. No hay más que verles alargando el cuello cual tortuga para evitar tocarse mientras se dan un beso al saludarse. Cuando un francés establece contacto físico deliberado, querida, le tienes en el bote.


Así que, chicas, si veis que ese chico tan mono os manda al menos uno de estos cuatro signos (o todos a la vez), quizás sea el momento de guiñarle el ojo y lanzarle vuestra sonrisa más seductora...



(Nota para ellos: lo siento, ninguna chica ha intentado ligar conmigo así que no sé cómo lo hacen exactamente, aunque sí puedo decir que son de las que insinúan muy, muy sutilmente y esperan a que él le llegue la inspiración divina y se les acerque. Lo siento, chicos.)



En próximos episodios: ventajas y desventajas de tener un novio francés.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿El verano empieza mañana?

Aunque el calendario diga lo contrario, ya es (casi) primavera en Avignon; y es que han comenzado las giboulées.

Este maravilloso fenómeno que nos trae locos a todos consiste en que se pasa en cuestión de horas de un tiempo agradable y soleado a una tempestad de lluvia, nieve o granizo y un frío de quedarse tieso, sin olvidar el dichoso mistral que viene y va a su antojo. Y mientras tanto, los pobres avignonenses no saben si sacar las chaquetillas y camisas de primavera provenzal o el abrigo y la bufanda de invierno siberiano.

Un ejemplo claro, ocurrido esta misma semana:
Martes 2 de marzo de 2010: máximas de 20ºC, solazo, calor, todos con las chaquetas abiertas...
Domingo 7 de marzo de 2010: máximas de 2ºC, temporal de nieve, ni un coche por las calles y todos con abrigo, bufanda, guantes...

Que sí, que de aquí a dos-tres semanas llegan ya el calorcito y el buen tiempo, lo sé. El problema es que antes de que lleguen nos vamos a volver todos locos.

No puedo esperar a que llegue el verano...

ACTUALIZACIÓN: ¡El departamento está oficialmente en alerta naranja! La tormenta aún no ha parado, en mi terraza hay una capa de unos 25 cm de nieve y supongo que el resto de la ciudad está igual pero no lo sé porque nieva tanto que no se ve a dos palmos, por lo que ni siquiera sé si la universidad abrirá mañana. Yupi.

ACTUALIZACIÓN 2: Abrir, la universidad abrió, aunque no vino ni el conserje. Hace un frío de tres pares de narices y, por si fuera poco, hemos sido bendecidos con una semana entera de mistral. Tengo la sensación de haber viajado en el tiempo a hace dos meses.


jueves, 25 de febrero de 2010

Libros, libros y más libros

Para inaugurar las Guías Gafapastas, y porque lo primero que hace un gafapasta antes de viajar es documentarse correctamente, una entrada sobre librerías.

Y es que hay tiendas de libros y librerías, que no son exactamente lo mismo. Mientras en las primeras uno va, compra libros y punto; las segundas tienen algo más que las hace especiales, sea el tipo de libros, el librero o la librería misma. Las librerías de las que os voy a hablar tienen ese algo que hace que valga la pena la visita, aunque no se compre un libro.

París:

Shakespeare and Company.
Cualquier artículo sobre librerías especiales que se precie debe empezar por Shakespeare and Company (que, de hecho, sale incluso en algunas guías turísticas). Esta librería anglófona está situada en pleno Quartier Latin de París, y es absolutamente espectacular. Se entra por el apartamento que su fundador ocupaba en 1951, cuando abrió la librería, y que da acceso a los miles del libros que ocupan las paredes de suelo a techo. Entre ellos; sillones, sofás y escaleras invitan a perderse en alguna de las salas, asistir a las lecturas semanales o a alguna de las conferencias y firmas de libros de escritores angloparlantes que invitan cada mes.
Dirección:
37, rue de la Bûcherie
75005 París
Para más información, la página web es una verdadera maravilla: http://www.shakespeareandcompany.com/

Alias.
Especializada en libros sobre arte y obras raras, Alias es una de esas librerías en las que uno podría pasar años rebuscando, sin por ello llegar a descubrir todo lo que en ella se esconde. Como bien dijo mi padre cuando la visitó, su divisa bien podría ser "respeten el desorden". Pilas y pilas de libros que esconden aún más pilas abarrotan cada rincón del local, en un complicado orden que tan sólo el dueño conoce. Entre los cientos de obras en venta hay desde libros de segunda mano a un par de euros hasta obras imposibles de encontrar a varios cientos, codeándose la biografía ilustrada de algún músico de jazz incomprendido con un tratado completo de la pintura renacentista italiana del siglo XV.
Dirección:
21, rue Boulard
75014 París
Y como buen librero caótico y anclado en la tradición que se precie, no tiene página web.

Avignon:

Librairie Shakespeare.
De nuevo una librería inglesa bautizada en honor al más famoso escritor angloparlante, paradójicamente dirigida por un alemán, Wolfgang Zuckermann, que hará unos 15 años dejó su anterior tienda en Nueva York para crear esta librería / salón de té inglés en una pequeña calle de Avignon. Por alrededor de 6€ se puede disfrutar de un Devon Cream Tea para dos personas (té y scones con crema batida y mermelada incluídos, todo preparado artesanalmente y en el momento por el propio M Zuckermann) en alguna de las mesas del interior del local o en el romántico jardin interior. Aunque mucho más limitada que las librerías anteriormente citadas, su selección incluye los últimos bestsellers en lengua inglesa, además de una considerable sección de libros de segunda mano de todos los temas imaginables e inimaginables. La librairie Shakespeare es uno de esos lugares acogedores en los que el tiempo se detiene y se puede pasar horas y horas disfrutando de un buen libro y un té, o discutiendo de cualquier tema con el dueño.
Dirección:
155, rue de la Carreterie
84000 Avignon
Para más información, su página web es: http://shakespeare.bookshop.free.fr/

domingo, 21 de febrero de 2010

Guías gafapastas



Gafapasta: http://www.frikipedia.es/friki/Gafapasta . Para resumir, individuos "intelectuales" con gafas gruesas de pasta y pinta cuidadosamente despreocupada interesados por todo lo underground, vanguardista y alternativo en general, convencidos de que cualquier tiempo pasado fue mejor y altamente despreciativos de todo lo que hagan "las masas". Vosotros sabéis quiénes sois.

Como sé que por la red pululamos muchos gafapastas (conste que me incluyo) y personalmente estoy más que harta de ver guías de Francia con la foto en portada de la torre Eiffel de las narices, he creado esta sección de "Guías gafapastas" en la que iré colgando recomendaciones de sitios que he ido descubriendo así alternativos pero también bonitos para vuestro uso y disfrute.

Índice:

I. Libros, libros y más libros : sobre librerías con un toque especial. París / Aviñón.
II. Mercadillos y otros cacharros : sobre mercadillos callejeros. París / Lyon / Aviñón.

sábado, 20 de febrero de 2010

Noche de cine

Pese a llevar ya casi tres años viviendo entre galos, sigo cayendo como una tonta en las mismas trampas, como por ejemplo, las noches de cine.

Y es que a mi, cuando mis amigos me invitan a ir al cine, pienso en la película, en tomar algo, dar una vuelta y en general pasar un rato juntos. Una salida entre amigos, vamos. Sin embargo, desde mi llegada a estas tierras, una "noche de cine" quiere decir, literalmente, una noche de cine. Punto.

Para que os hagáis una idea, así fue mi última salida a ver una película, un sábado hace un par de semanas:

21h mis amigos me recogen con el coche en la puerta de casa para ir directos al cine.
21h20 llegamos al cine y compramos las entradas.
21h40 empieza la película.
00h10 termina la película (que, además, fue un tostón, dicho sea de paso).
00h35 mis amigos me dejan de nuevo en la puerta de casa. Fin de la noche.

Duración total de la noche: 3h30
Duración total de la conversación: 20 minutos en el coche de camino al cine + 10 minutos en la cola de las entradas + 20 minutos en el coche de vuelta a casa.

Y lo mejor es la cara de tonta que se me queda cada vez que, tras acabar la película, pregunto: ¿y ahora qué? y me responden: ahora a casita, que ya es tarde.

Noche de cine a la francesa. Yuju.

sábado, 13 de febrero de 2010

Gracia natural


Otro de los diseños rescatados de las profundidades de mi ordenador, esta vez sobre una de mis actuaciones estelares hace un par de semanas.


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By satinadriada at 2010-02-13

viernes, 12 de febrero de 2010

Fashion victim


He estado rescatando entradas que quería colgar hace tiempo pero que la vida agitada que llevo me ha impedido colgar en su momento, así que los iré colgando así de a poco.

Para empezar, un pequeño diseño tontorrón sobre mi cambio de peinado hacia un estilo más "francés"... ¿Que cómo es el estilo francés? Muy sencillo; solo hay dos tipos, que en realidad son uno: flequillo extra-largo con raya en el lado derecho y un primoroso degradé, o flequillo largo perfectamente recto que te impide ver lo que tienes delante.

Os dejo adivinar cuál me hizo la peluquera...



Y una que ya tiene cierta tendencia a chocarse con todo en plenas facultades, está viendo venir la leche que se va a dar ahora que solo ve a medias... Para que luego hablen de fashion victims...


jueves, 11 de febrero de 2010

Del acento español y otras barbaridades

Tras dos años y medio triscando por estas tierras a una le queda poco acento de su tierra (¡menos mal!), lo que siempre me ha dado el inmenso placer de poder reírme de los pobres españolitos que dicen barbaridades al equivocarse pronunciando una letra de nada...

Ayer sin embargo fui yo la que sufrí un ataque de acento español mientras jugaba a hacer pompas de jabón con un par de mis colegas de curro (de lo que ya hablaremos otro día). Y es que, aviso a navegantes, hay mucha diferencia entre la "u" (pronunciada con boquita de piñón, como si fuera una "i") y la "ou" (nuestra "u" española, y por ello la que siempre tendemos a decir).

Y esta "mínima" diferencia que normalmente no tiene mayores consecuencias supuso que aquí la autora en lugar de decir "regarde quelle grosse bulle !" (¡mira que pompa más grande!) dijera a sus compañeros "regarde quelle grosse boule !" (¡mira que cojón más grande!)...

Mis compañeros deben de estar riéndose todavía...

Menos mal que nuestros contratos no dependen de nuestro exquisito lenguaje...

domingo, 7 de febrero de 2010

Escapada a París

Escribo estas líneas en el tren que me devuelve a Aviñón tras una corta visita junto a mi padre a la cité des lumières. Que, para empezar, luz poca; porque han sido cinco días de lluvia, nubes grises y mal tiempo en general. París, vamos.

Y una como las niñas chicas, mirándolo todo con los ojos como platos y suspirando en cada esquina porque ha descubierto una tienda increíble, una terracita acogedora o un rincón escondido maravilloso. Lo que tiene vivir en una ciudad de provincias, oye, que vamos a la ciudad y nos hacen los ojos chiribitas.

Nuestra visita ha sido completamente caótica, como lo suelen ser cuando viajo con mi padre, pero hemos descubierto sitios increíbles. Es lo bueno de conocerse bien una ciudad, que puedes dejar de lado las "turisticadas" y recorrerte esas zonas del mapa sin dibujitos de monumentos.

Esta visita me ha dado una idea para un proyecto de guía de viajes alternativa que iré colgando aquí en La Metafísica próximamente.
¡Menos mal que siempre nos quedará París!

miércoles, 20 de enero de 2010

De nuestra corresponsal en la Edad Media


Vuestra reportera favorita os manda un saludo desde su corresponsalía en la Edad Media, en donde vive desde hace semana y media.

Antes de nada quiero agradecer a la Secretaría de Residencias del Crous (organismo que gestiona, entre otras cosas, las residencias universitarias públicas de Francia) por su inestimable desentendimiento, y mandar un caluroso saludo a Marcel, conserje de mi residencia, por su impresionante capacidad para posponer problemas.

Esta experiencia espacio-temporal está siendo una aventura inolvidable. Siempre llevaré en el corazón el sonido del agua al caer en el cazo y los dos cubos que desde hace una semana ocupan el interior de mi armario a causa del deshielo tras la nevada de la semana pasada. No puedo sino agradecer a la Secretaría y a Marcel su colaboración para posponer la decisión sobre los arreglos a dentro de dos semanas, permitiéndome así disfrutar del espectáculo único de la lluvia dentro de mi armario durante un mes más.

Asimismo, agradezco al electricista su esmero en la instalación eléctrica de la residencia, pues sin él no habría sido posible experimentar la falta absoluta de luz desde hace dos días. He de mencionar de nuevo a mi querido conserje, que ha puesto todos los medios a su disposición para no aparecer por la residencia en la última semana y permitirme de nuevo prolongar esta maravillosa experiencia.

Por último, no puedo despedirme sin alabar mi nueva nevera, que la regules a la temperatura que la regules, en realidad solo tiene dos posiciones: demasiado caliente, o demasiado frío. Abrir la nevera para encontrar mi comida o bien en descomposición o bien congelada como un bloque de hielo es sin lugar a dudas uno de los mejores momentos de mi jornada.

A todos los que han hecho esto posible, gracias. A vosotros, queridos lectores, un fuerte abrazo desde este lugar tan especial en mi corazón. Je vous aime !

martes, 19 de enero de 2010

Hace frío (II)

Y ahora no sólo hace un frío del carajo, sino que hemos podido disfrutar de un espectáculo único: una tormenta de nieve de dos días y medio sin parar en una semana de Mistral (sí, sí, el vientecito ese tan agradable que sopla por estos lares a una media de 90 km / hora).

Durante casi una semana Avignon ha estado cubierta por casi medio metro de nieve cayendo violentamente sin parar y bloqueando la ciudad entera. Las carreteras cortadas cerraron todos los accesos durante los tres primeros días, y como resultado la mayoría de las tiendas, escuelas, oficinas y (oh, qué lástima, ejem, ejem) la universidad tuvieron que cerrar sus puertas. Los pocos supermercados que abrieron ofrecían un aspecto de catástrofe nuclear, pues obviamente los suministros no podían llegar a la ciudad. Tan espectacular ha sido que hasta salió en las noticias nacionales, pues este tipo de tormentas son extremadamente raras tan al sur.

Aún con estas, y como una no está acostumbrada a este tipo de espectáculos, me enfundé las botas y mi gorro de mucho frío y a la calle que me fui en plena tormenta, a ver la ciudad nevada y sacar fotitos, que cuelgo un poco más abajo.

Nota para un futuro: desconfía de los montoncitos de nieve, suelen esconder algo que te machacará las espinillas.

Nota II: para los curiosos, sólo me la pegué una vez; eso sí, me la di pero bien dada cayéndome de morros en la puerta de mi facultad (las cosas, o se hacen bien, o no se hacen).

Las vistas desde mi terraza (que son pocas porque nieva mucho)

La puerta de mi residencia. Sí, las marcas señalan la altura de la nieve. Pese a todo, salí a la calle, valiente que es una.
Arbolito de navidad muy propio en una de las plazas del centro.

El Palacio de los Papas y varios avignonenses emocionados jugando con la nieve.
La humilde autora cubierta de nieve pero feliz delante del Palacio de los Papas.
Uno de los laterales del Palacio de los Papas

Un amigo.

domingo, 10 de enero de 2010

Hace frío

En Avignon cuando hace frío, hace mucho, mucho frío.

Hace dos o tres semanas estaba yo en casa tan tranquila cuando de pronto escuché un "ponk" proveniente de la terraza. Salí a mirar y cuál no sería mi sorpresa cuando solo había uno de los vestidos que había tendido tirado en el suelo.

- No puede ser eso lo que hizo "ponk". Un vestido al caer no hace "ponk".

Y entonces me agaché a recogerlo...

Pues sí; era el vestido lo que había hecho "ponk", porque estaba congelado, en una sola pieza, como lo estaban las camisetas, calcetines e incluso las medias que colgué unas horas antes. Tan congelado que lo puse en el suelo y se tenía de pie.


No voy a sobrevivir a este invierno, lo sé...

Vuelvooo, a casa vuelvoooo


Abandonado he tenido a mi pobre blog desde hace ya un buen rato, pero esta vez tengo una buena razón...
Mi excusa para la desaparición momentánea se llama Amelia, nació el 1 de enero y es la niña más preciosa del mundo mundial, y no lo digo porque sea su tía.


Prometo volver a la blogosfera en estos días. Mientras tanto, os deseo un muy feliz año lleno de alegría, amor, paz y todas esas cosas.

He dicho.