jueves, 31 de mayo de 2012

El francés que detestaba el queso

Quesos francesesPara vivir en Francia hay que saber de dos cosas: vino y queso. Se suele decir que existe una variedad para cada día del año, y ha inspirado a personajes como el general De Gaulle quien, en una de sus más famosas citas, se preguntaba cómo se podía gobernar un país con más de 200 variedades de queso. 


Personalmente yo me vuelvo loca cada vez que voy al mercado y ya tengo mis quesos favoritos para cada ocasión y combinación, con preferencia por los quesos cremosos y malolientes, de los que está prohibido llevar en espacios públicos (véase el Époisses de Bourgogne).

Por eso no dejo de preguntarme cómo demonios he hecho para conocer al único francés que detesta el queso hasta el punto de impedirme acercarme demasiado a él si he comido queso, y es que mi francesito sólo come el queso de la pizza, y eso si no es muy fuerte.

queso cremosoY así es como llegamos a lo que he bautizado como "la guerra del queso", en la que yo saco mis quesos malolientes de la nevera para que se aireen y no estén tan fríos, y en cuanto me descuido el francesito los vuelve a guardar cuidadosamente a mis espaldas. Y yo los vuelvo a sacar. Y, en cuanto no miro, vuelven misteriosamente a la nevera.

Dios le da pan al que no tiene dientes. O 300 variedades de queso al que no le gusta.