sábado, 4 de abril de 2009

Sobre huelgas y revoluciones (VII)


La estupidez humana no tiene límites, comprobado.

Este jueves tuvimos la Asamblea General más larga hasta la fecha; 7 horas ininterrumpidas de debates, votaciones y ánimos encendidos.

Tras la lectura de las mociones adoptadas en la asamblea nacional de huelga de la semana pasada, apoyando el movimiento e instando a la continuación del bloqueo, y tras 2 horas de "micrófono abierto", se pasó a las votaciones.

Primer voto: adhesión o no a las mociones de la asamblea nacional. Resultado: adopción mayoritaria (980 votos contra 550).

Segundo voto: puesto que estamos de acuerdo en la necesidad de seguir en huelga, se votan las modalidades; o bien continuar con el bloqueo,o bien retomar las clases como si nada.

Y aquí empiezan mis problemas: ¿cómo se supone que estaríamos en huelga si retomamos las clases normalmente? ¿Alguno de los que votó seguir en huelga y recuperar las clases irá a las manifestaciones? ¡¡¡No, porque estará en clase!!!
Resultado: se vota por el bloqueo, pero esta vez con un margen de apenas 20 votos (780 contra 760).

Tercer voto: dado que se votó por el bloqueo, se decide sobre la necesidad de un bloqueo total de lunes a viernes, o parcial, 1 día a la semana. Resultado: gana el bloqueo parcial durante los jueves por una amplia mayoría (770 contra 500).
Y aquí es cuando me pierdo del todo. ¿Bloqueo durante un día a la semana? Día que, además, emplearemos en la dichosa asamblea semanal; con lo cual quedan en el pasado las manifestaciones, los actos y cualquier otra forma de protesta. Además, conociendo el percal, vamos a estar tan ocupados recuperando las 8 semanas perdidas que ni dios va ir a las asambleas, ¡se quedarán en casa estudiando!

¡Viva el estado del terror! ¡Vivan las ovejas! Y, sobre todo, ¡viva un sistema más poderoso que sus integrantes, una república en la que el pueblo calla y acata por miedo a represalias!

Y ahora me voy a estudiar, que me espera una semana cargadita de trabajo...

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