viernes, 3 de julio de 2009

Couchsurfing


La semana pasada surfeé por primera vez y no me mojé.

Claro, que lo que no he dicho es que surfeé en un sofá. Y es que ahora soy una couchsurfer, CS para los amigos; un término muy rimbombante que designa a los miembros de una comunidad, http://www.couchsurfing.org/ , dedicada a alojar a viajeros gratis en la casa propia. El viajero consigue alojamiento, consejo y, si tiene suerte, un acompañante para recorrer la ciudad; y el propietario del sofá, compañía y unas cervezas, que nunca están de más.

Mi primera experiencia, en Lyon, ha sido una locura. Un CS dedicado a la causa en cuerpo y alma, que no sólo alojaba a cuatro personas a la vez (su salón parecía una habitación de albergue), sino que nos dejó las llaves porque se iba de viaje un par de días mientras estábamos ahí. Los otros CS fueron estupendos y el dueño, una vez en casa, resultó ser un tío divertido y simpático y un gran cocinero. A cambio, ron, cervezas y la tortilla de patatas más grande que jamás he cocinado (de las de 4kg de patatas y una buena docena de huevos) que, de hecho, tuvimos que voltear entre tres porque no había dios capaz de manejar aquello sin abrirse la muñeca en dos.

Yo ya me he apuntado en la web y, a partir de agosto, que ya tendré mi nuevo apartamento para mi solita, empezaré a acoger surferos.
Bueno, eso contando con que haya alguien que se pierda por estos mundos dejados de la mano de dios y necesite un sitio para dormir, claro...

2 comentarios:

  1. Al final lo hiciste? qué tal te fue?

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  2. Hola Maripi, pues sí que lo hice y ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. De hecho, mi chico resultó ser miembro también y entre los dos hemos acogido a casi un centenar de personas en todos estos años. He alojado a gente de todo el mundo y todas las edades, desde un australiano de 18 años hasta una chino-americana que celebraba sus 60 años dando la vuelta al mundo. Además, gracias a las reuniones y actividades que suelen organizarse entre los couchsurferos de cada ciudad, he conocido a cientos de personas fantásticas, incluyendo a los que ahora son mis mejores amigos. También lo utilicé cuando me mudé un año a Alemania/Luxemburgo para conocer gente e hice grandes amigos con los que sigo en contacto 3 años y 1000 km después. En 2015, seis años después de lanzarme en esta aventura, me doy cuenta de lo mucho que me ha cambiado y me ha abierto al mundo y no dudo ni un instante en recomendárselo a todo el mundo, viajeros o no. :)

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