martes, 3 de febrero de 2009

Receta para la nueva universidad francesa

Ingredientes:

1 ley de Bolonia maceradita
1 ministra de educación francesa de derechas
1 ley de universidades (o ley pecresse) bien calentita
1000 puestos de trabajo en investigación
1/4 de los puestos del consejo de las universidades
Empresarios variados
1 aumento de los precios para estudiantes (opcional)

Preparación:

Se presenta la ley de Bolonia sobre la mesa de trabajo y se deja macerar junto a la ministra de educación francesa durante varios meses, hasta que cambie de color a una tonalidad más intensa, casi negra.
Obtendremos como resultado una nueva ley de universidades – también conocida como ley de autonomía o ley Pecresse en honor a la homónima ministra de educación – pero aun algo densa y de difícil digestión.
Para aligerarla iremos reduciendo lentamente los 1000 puestos de trabajo en investigación, teniendo cuidado de no eliminar demasiados al mismo tiempo puesto que se podría formar una masa de desempleados muy desagradable y muy difícil de hacer desaparecer después.

Tomamos entonces los puestos libres en el consejo de las universidades y los rellenamos con los empresarios variados, lo que dará lugar a diferentes tipos de universidades más o menos buenas según el tipo de empresa que utilicemos. No olvidemos que esta mezcla no nos permite la creación de facultades de humanidades (filología o historia, por ejemplo) dado que los empresarios no suelen saber bien mezclados con estudios poco rentables.
Para los más gourmets, podéis añadir unas cucharaditas de aumento de los precios para estudiantes, que darán a vuestras universidades un toque selecto y elitista.

Servir bien caliente y, ¡a disfrutar!


¡Gracias a la ley de autonomía (de las universidades), por fin profes simpáticos!

2 comentarios:

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