domingo, 29 de marzo de 2009

Sobre huelgas y revoluciones (VI)


Dicen por ahí que los héroes no son los que no temen salir al campo de batalla, sino los que tienen miedo pero aun así salen a luchar porque la causa lo merece.

He de hacer una confesión: la huelga me aterroriza.
Me aterra perder mi semestre, retrasar mi educación 6 meses más, haber perdido mi tiempo y mi esfuerzo. Acudo a cada asamblea con el temor de que se vote el fin de la huelga, pero también con la inquietud de que no sea así.
Quiero creer que defiendo una causa justa, que lucho por mis derechos y por los de las generaciones futuras. Me informo, reflexiono y entonces decido. Opto por arriesgar mi semestre en pro de una educación de calidad e igual para todos, por las oportunidades que nos quieren arrebatar. Sigo estudiando en casa, con mis propios medios, que no es cuestión de levantar la espada con una mano mientras con la otra me tumbo al sol a ver pasar las horas.
En la próxima asamblea del martes volveré a votar por la continuación de la huelga, aunque una parte de mi me pida a gritos que pare.

A veces me pregunto si realmente soy un héroe o simplemente un poco idiota…

NB: La fotografía fue tomada por la autora de este blog en Avignon durante la manifestación del 19 de marzo de 2009, día de huelga general en Francia. Participaron en dicha manifestación alrededor de 30.000 personas (de un total de 90.000 habitantes que tiene Avignon).

4 comentarios:

  1. Vaya Sara. La verdad es que es una disyuntiva jodida.

    Pero digo yo que la situación no la podrán mantener así mucho tiempo más, ¿no? No se puede paralizar la educación superior.

    El Gobierno cederá algo, o los jipis melenudos, pancarteros y enemigos de Francia tendrán que plegar velas.

    Yo es que ya hace algún tiempo que dejé el idealismo aparte. Y más en lo que tenga algo que ver con la política.

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  2. "El Gobierno cederá algo, o los jipis melenudos, pancarteros y enemigos de Francia tendrán que plegar velas."

    Leyendo los comentarios en los medios online españoles que cubren lo relativo al movimiento "anti-Bolonia" (más bien a favor de una Universidad pública, eficiente y de calidad)esto es lo más suave que nos dedidan.

    Claro que toda protesta atrae a otros movimientos sociales hacia ella (almenos por estos lares) pero cuando solo se los enfoca a allos o a la minoría conflictiva obviando la mayoría de estudiantes que protestan pacíficamente se cae en la distorsión y la manipulación.

    Por lo demás sin protestar ni reivindicar tus derechos lo único que consegues es que la dinámica de restricción de los mismos continúe. Pero nada, a linchar a los "vagos izquierdosos piojosos jugando a ser estudiantes", mejor ver la paja en el ojo ajeno...

    En fin, historias para no dormir, si la "comunidad universitaria" está ya aborregada (el 80% no se mueve ni para ir al baño) imaginemos las cotas de la sociedad en general.
    Sarna con gusto no pica, que dicen...

    Un saludo!

    PD: Por aquí la cosa parece ir in crecendo, las manis se han ido sucediendo (sobretodo en Barcelona). Pon Anti-bolonia al "TV3 a la carta" o al gúguel mismo y saldrá... :_D

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  3. *esto es lo más suave que nos dedican.

    *pero cuando solo se los enfoca a ellos.

    Aclaro que no avalo para nada ni a los antisistema violentos (los que persiguen el enfrentamiento porque sí) ni a los que se han sumado por inercia: es oportunismo puro y duro. Infórmate y defiende tu postura tanto si estás a favor como en contra, PERO INFÓRMATE, MOVILÍZATE Y REIVINDÍCATE, que esto es (o se supone, mejor dicho) una sociedad libre y democrática, ¡no una jaula para sumisos!

    Fin de la arenga y más saludos (x-DD).

    Soy realista pero en algunos casos DEBEMOS EXIGIRNOS acturar con idealismo, además. La educación (a nivel de reflexión + conocimientos)es de lo más importante.

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  4. Estoy completamente de acuerdo contigo, Josep, aquí también hemos tenido algún protestante "conflictivo" que nos ha ganado a todos el título de disturbadores de la paz; cuando nuestras protestas siempre han sido respetuosas con nuestro entorno.
    Al final acaba siendo lo mismo; se confunde radicalismo en sus ideales, con extremismo en las acciones. Yo creo que hay que ser muy radicales con nuestros ideales, tenerlos claros y luchar por ellos, pero sin perder por ello el respeto del otro. El extremismo y la violencia sólo nos llevan a perder nuestra legitimidad y a convertirnos en pequeños terroristas, esclavos de nuestra propia violencia.
    ¡La información es poder; nada hay más poderoso en una lucha que conocer bien al enemigo!
    Y, de hecho, una pregunta que lanzo: ¿cómo se puede saber que algo o alguien es tu enemigo si no lo conoces bien? ¿Si no sabes contra qué te enfrentas cómo puedes saber que estás en contra?

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